Se recomienda una descongelación cada dos años, mientras que nosotros recomendamos una cada seis meses. Si hay quedado abierta la puerta del congelador, eso puede causar el cúmulo de hielo o escarcha. En los No-Frost las descongelaciones no son necesarias.

– El motor funciona, pero no enfría.
– El frigorífico no enfría suficientemente.
– Enfría mucho por ciertas zonas y por otras no.
– Hace escarcha.
– La condensación es muy excesiva.
– Tiene fugas de agua.
– Cierres defectuosos en puertas o departamentos.
– Enfría demasiado, refrigerados excesivos o irregulares.
– La puerta de la nevera no cierra bien.
– Puerta con la goma desgastada o deteriorada
– Ruido en el compresor, vibraciones, zumbidos…
– Ventilador averiado.
– El circuito del refrigerante está perforado.
– Averías o mal funcionamiento de los termostatos, mecánicos o digitales.
– Funcionamiento general ruidoso, vibraciones o ruidos extraños.
– Mensajes de error y alarmas.
– Cortocircuitos, olor a quemado, malos olores.
– Obstrucciones en conductos o circuitos.
– Perdidas de gas.
– La nevera o el congelador enfrían poco.
– El congelador no congela.
– El congelador no enfría corectamente.
– El motor funciona pero no enfría.
– Enfría poco.
– Enfría de forma irregular.
– Hace escarcha.
– Fugas de agua.
– Condensación excesiva.
– Cierres defectuosos.
– Problemas en puertas, la goma está desgastada o no cierra bien.
– El compresor hace ruido.
– Ventiladores averiados.
– Funcionamiento ruidoso.
– Tiene vibraciones y ruidos extraños.
– El circuito está perforado.
– Cortocircuitos, olor a quemado.
– Pierde gas.
– Obstrucciones en conductos o circuitos.